jueves, 31 de enero de 2013

MENSAJE 76


Querida:

No voy a volver a creer en ti porque de pronto lo veo muy difícil, aunque sin pretenderlo tú traicionaste mi confianza, pero aún quisiera que todo volviera a ser como antes.

Quiero creer lo que dices, quiero entender tus razones, aunque me parecen insuficientes y no me convencen. Mi inteligencia me dice que necesito escuchar a mi corazón, ¿hago bien?, ¿cómo puedes creer que otro te amará más que yo?, ¿cómo puedes creer que yo soy inferior a los otros?. ¿Por qué me traicionaste silenciosamente? si sabes que te amo, ¿por qué no pudiste serme leal? si sabías que con esta actitud me estabas matando. Yo te entregué mi corazón y te di gustosamente mi cuerpo sin pensar, ahora me siento perdido y cansado de tanto llorar por ti, por no tenerte a ti.

¿Cómo le hago para dejarlo? para limpiarme de ti, si te llevo en la sangre y mi piel está impregnada de ti. ¿Cómo le hago para creer que no fue una traición?, que soy el único que te ama, que mío es tu corazón. Se que si me voy de ti voy a sufrir mucho, el ya no verte más es peor que morir.

Si me quedo aquí mil dudas me asaltaran, y si no puedo volver a confiar en ti mi vida un inconsolable pesar será. ¿ Me aclarías tantas dudas, para quitarme ya este dolor?.

Firmado, le vizconde du Valmont.



viernes, 18 de enero de 2013

MENSAJE 75


Querida, recibí tu invitación y te la respondo:

Ahora dices que quieres regresar a mi vida y me dices que con él has terminado, que quieres volver conmigo, que soy yo al que has amado, que ya no te importa el dinero mi las gilipolleces de posiciones sociales, y que ya no te importa que sea un sucio apestoso y un grosero de habla vulgar. Lo siento mucho amiga eso ya está finiquitado, tú decidiste seguirle a él cuando yo te rogaba por  mi, me partiste el corazón, y ahora yo ya he sanado.

Lo que hubo entre nosotros casi ni lo recuerdo, alguna tontería de tortolinos enamorados, que por tu crueldad y desconsideración al final ya no me dejó ningún recuerdo lo bastante bonito de ti. Corriste tras él, mientras yo te lloraba a mares, pero por tu manifiesta y reiterada ingratitud, al final fuiste fácil de olvidar, y así yo ya no te quise esperar.

Te diste cuenta muy tarde que es a mí a quien amas, ahora tendrás que rogarle a él porque en mí, ya no hay nada, ya que la ingratitud, la desconsideración, la indiferencia, el silencio y la crueldad que me manifestaste, aunque sin querer, logró matar el amor que sentía por ti. No creas que es rencor que me lo estoy cobrando,  ya no hay dolor en mí porque conocí a otra mujer maravillosa, buena, bella, que sí sabía hacerme feliz y regalarme a diario su bondad. Así que mejor que me vayas olvidando, porque no aceptaré tu invitación, y te lo digo con todo respeto sin dejar de desearte que también seas feliz y que por tu andadura por la vida encuentres a ese amor que sepa llenarte y hacerte feliz.

Tu ex amante, le vizconde du Valmont. 



lunes, 14 de enero de 2013

MENSAJE 74


¿Qué me queda de ti? hace poco me preguntaron, y yo les dije: NADA, y sentí que algo ocultaba.

Guardo un gran recuerdo, como un puñado de rosas secas, las centenares de cartas que te escribí, y algunas canciones hermosas que cuando las pongo me recuerdan a ti

Guardo todas las risas que aquellos días ambos disfrutábamos, y todas esas lágrimas provocadas por todos esos absurdos rechazos tuyos, esos menosprecios sin fundamento, esas gilipolleces de tu supuesta alta condición social

Guardo todas las horas que pasamos hablando, contándonos cosas de nuestras vidas, conociéndonos con nuestras manos, cuando nos la pasábamos por la piel el uno del otro.

Guardo los momentos que nos dábamos un festín del uno con el otro en la cama, hasta que nos quedábamos dormidos, y cuando despertábamos, nos seguíamos ofreciendo el festín del uno con el otro hasta llegar al mediodía.

Guardo hasta los estúpidos enojos  por tu parte que por momentos parecían nos separaban, pero cuando venía la reconciliación todo lo olvidaba por amor que por ti era mucho más fuerte que todas las demás tonterías.

Guardo todos aquellos días que estuvimos muy juntos viviendo cada instante en el que  festejábamos cada lugar que poníamos el pie, besándonos con amor cada vez que las ganas nos podían.

Como ves amor así que yo mentía al decir que ya no me quedaba nada de ti, y aun guardo muchas cosas, aun te tengo en algún rincón de mi corazón, no exento de tristeza.

Te recuerda tu olvidado Vizconde du Valmont