martes, 23 de julio de 2013

MENSAJE 90


Querida:

Esta noche me siento abandonado en mi cama, y sólo oído la caída de esa lluvia torrencial que hay afuera. Ayer no viniste para acostarte conmigo, y esa noche nuestra cama secreta la siento más callada, más quieta, más silenciosa. Es como si se hubiera quedado callada y helada, igual que mi corazón. Cuando la última vez me dijiste simplemente “gracias por tu tiempo, me voy”, y yo pensaba que luego volverías para recibir de mí otra de esas apasionadas raciones de amor que siempre te doy en esa cama, nuestra cama secreta, el nido de nuestro amor escondido a aquellos que para nada les importa.

Pero por lo que veo, no entendí tu explicación, ni comprendí la razón, si apenas anteayer me jurabas todo ese amor que decías sentir por mí. ¿Adónde está ahora ese amor que jurabas tenerme?, ¿adónde está esa pasión con la que me amabas tan intensamente?, ¿dónde quedaron los “te amo” que me decías para mí, dónde todos esos besos que me dabas antes de dormir, dónde esas inmensas ganas que tenías de que te follara insaciablemente?,…

 Pero esta noche, cariño, no me ha parecido reconocer en ti a aquella mujer que me amaba, que era capaz de dar la vida por mí, que me decía que conmigo se sentía capaz de ir al fin del mundo. ¿Es que ya no me quieres?, ¿es que me has dejado por otro? . Te estuve buscando todo el día, angustiado y preocupado por ti, y sin importarme ya siquiera lo que dijeran o pensaran todos aquellos que no nos dejan vivir nuestro amor, y por lo que tuvimos que escondernos.

Dime si tengo que darme por vencido, dime si ya no me quieres, dime si debo entender que te pierdo, que te vas de mi vida….

Yo no sé si volverás, pero si no vuelves, sólo te deseo lo mejor porque supiste hacerme muy feliz con tus abrazos, tus besos, tus folladas,….y como sabes que te quiero mucho (no imaginas cuánto) en el fondo siempre voy a desear que encuentres tu felicidad, aunque tenga que ser lejos de mí.

Uno que siempre te ha querido, tu amante,  le Vizconde du Valmont.



lunes, 22 de julio de 2013

MENSAJE 89



Querida:

Seguramente te estarás preguntando ¿qué estoy haciendo cuando estoy solo y no te tengo a ti?. Pues cuando estoy solo, es que realmente estoy solo y no estoy con otra cortesana. Entonces me sumerjo en un mundo creado en mi mente, lleno de amor y ansias de volver a verte. En ti estoy pensando a todas horas. Mi imaginación teje unas escenas, donde puedo amarte y ahí te puedo tener.

Cuando estoy solo, no hago otra cosa que pensar en ti, se me eleva mi imaginación, y haciéndome esas “pajas mentales” siento que hasta puedo ser tuyo en esos momentos de soledad, que puedo darte mi amor. Es como si estuviera soñando despierto. Entonces es como si mis hormonas se aceleraran, sólo esperando a que regreses para que se acabe esta anhelada espera de volver a verte, a abrazarte y a besarte. El que espera desespera, dicen, pero yo espero muy ilusionado, porque sé que esta noche podré volver a verte y a reencontrarme contigo.

 Cuando estoy solo, siento como si pudiera respirarte, impregnándome de tu aroma, de aquel que una vez te regalé de “la mujer que llevas dentro” a aquel perfumista de Grasse, y que me costó casi la mitad de mi fortuna. Entonces me acuerdo de tus olores, y hago míos tus deseos, y me siento como si te amara de mil formas diferentes. El de tu coño es uno de tus olores que más me excitan, pero descuida, que no caiga esta carta en manos de un tal Napoleón, que luego me lo copia, y se lo aplica a una tal Josefina. Por lo menos yo aprendí de él a escribirte mis cartas, dictándole a media docena de secretarias, muy bellas todas, pero que nada pueden envidiar en tu hermosura y en la insuperable belleza de tu personalidad.

Cuando estoy solo, mis sentidos parecen estar más alerta, ya que están despiertos por ti, deseando que estuvieras por aquí, para poder abrazarte y sentir el calor de tu cuerpo, y poder besarte para sentir el calor que desprenden tus labios.

 Estando solo, cariño, no hago otra cosa que estar esperándote para esta noche, para darnos estos festines insaciables de sexo, hasta que nos dejan exhaustos y los dos quedamos felizmente dormidos cogidos de la mano.

Te espero esta noche en nuestro lecho secreto, lejos de las miradas de esos que creen saber lo nuestro, y que no nos quieren dejar que vivamos nuestro amor. Nadie tiene por qué saber sobre nuestro encuentro, que nos es mutuo y sólo nos pertenece recíprocamente a los dos.

 Me encanta estar contigo, en este mundo que sólo es nuestro, donde sólo estamos tú y yo, y por eso nadie más debe de saber de lo nuestro.

Te envío una buena ración de besos cariñosos (el resto te los daré esta noche en nuestra cama secreta).


Te espera y te quiere tu amante, le Vizconde du Valmont.


sábado, 20 de julio de 2013

MENSAJE 88


Querida:

En la inmensidad de la oscuridad de esta noche nubosa, lluviosa y sin luna, mis ojos no podrán verte, pero mi corazón te siente, porque sólo con pensar en ti se me pone a palpitar con más fuerza.

Así como a Dios no puedo ver, ni el sol puedo tocar, tal como me acaricia la brisa, así te llegué a amar.

Cuando yo caminaba a oscuras, pensando que nunca iba a encontrar el amor, un día te encontré y tu pusiste un rayo de luz, que se fue acrecentando, y así empecé a amarte.

Con tu bella mirada, con tu hermosa sonrisa, con tu cariñosa voz, con los detalles bonitos que me has obsequiado, así sín saberlo ni esperarlo, me fui enamorando de ti.

Me amas, sé que es así, aunque hoy estés confundida, aunque estés llena de problemas que de mí te han escondido.

Mi corazón no se equivoca: él sabe que tú lo amas, que tu corazón es mío, aunque todavía amanezcas entre sus sábanas.

En la soledad de mi oscuridad, aquí yo te espero, mi amor, a que llegue esa luz que eres tú y entiendas ¡cuánto te quiero!

Con todo cariño, tu amante, le vizconde du Valmont.




MENSAJE 87


Querida:

Tengo la sensación de que a medias es tu amor. Me amas a ratos porque supones que no existe otro hombre mejor que yo y sabes que soy poderoso, pero estás con otro en mi lugar sin que yo lo sepa. No me parece nada correcto ahora ponerte espias por todas partes.

Esto un amor que duele, como un amor incompleto, un amor que de momento no es como yo lo quisiera, pero que nunca lo obtengo completamente de ti, como si tú tuvieras dudas.

Imagino que es caprichoso el amor, porque como tú tienes tantos pretendientes, estás curiosa por conocerlos todos, probarlos todos, comparar y descubrir quién es el mejor.

Sé que no lo ves, pero el mejor soy yo, no lo dudes. Por eso me atrevo a decírtelo, aunque sé que la última palabra te la reservas para ti.

¿Me corresponderás con la alta dignidad que me merezco?.

Te quiere apasionadamente tu amante, le Vizconde du Valmont.



MENSAJE 86


Querida:

¿Siempre viviremos nuestro amor a la sombra?, ¿siempre oculto de todos, ese amor nuestro que así nació en la clandestinidad y como la espuma creció?

¡Qué cruel es el mundo que no nos deja vivir nuestro amor!. Me causa un enorme dolor tener que amarte a la sombra, ese amor que no les importa a los demás, soportando la pasión contenida, y sólo poder gozarte a escondidas

Se me pone muy difícil cada noche que paso sin verte, guardándome los gritos que deseo de decirte que te quiero, que te amo más que nada, y que necesito tus besos y tus abrazos.

Estoy cansado de amarte a la sombra, no poder ver el sol junto a ti, para que de ese amor nuestro nadie pueda enterarse. Algo tendremos que hacer. ¿Qué te parece si nos fugamos juntos e iniciamos otra nueva vida, lejos de todos esos hipócritas que no nos dejan que podamos vivir nuestro propio amor?

No puedo más. Esta noche iré a visitarte, aunque tenga que moverme como un gato: necesito de tus caricias, de tus besos, de tus abrazos, de que tus masajes me den relajo. Tengo unas ardientes ganas de poseerte. ¿Me esperarás en tu cama, como siempre?.

Te ama y te desea fervorosamente tu amante, le Vizconde du Valmont.




jueves, 18 de julio de 2013

MENSAJE 85



Querida:

Me voy a dormir, que cansado de toda la intensa jornada de hoy, ya me estoy cayendo muerto de sueño. Pero quería escribirte unos renglones para decirte que no tengo miedo de que no estés en mis sueños, porque sé que volveré a despertar, aunque sí que es mi deseo soñar en ti todas las noches.

Que sueñe y no te encuentre, que te busque y no estés, sólo hará que vuelva a despertarme otra vez para volver a pensar en ti.

Tengo costumbre orar todas las noches, y antes de que se me cierren los ojos durmiéndose, le pediré a Dios que te traiga en mi sueño, para que en él estemos juntos los dos. Porque así podré abrazarte, que lo deseo con ardor, y tú mía serás. Luego al amanecer, cuando despierte y te vayas con mi sueño, te tendré que volver a encontrar, porque te quiero para mí, tanto en mis sueños, como en mi despertar. ¿Cuándo volverás a estar conmigo?

MENSAJE 84


Querida:

Mi corazón está a la deriva, como un barco que ha perdido el norte, por un amor que no tenia que haber aparecido.

Me enamoré de una mujer imposible, y ahora sufro por no tenerte. Cuanto más pretendía no fijarme en ti, el muy terco de mi corazón, más te recordaba y se enamoraba de ti.

Ahora estoy sufriendo las consecuencias que tengo que sufrir por alguien que no quiere corresponderme en mi amor por ti. Mi corazón sigue yendo a la deriva, y cada puerto que encuentra está ocupado, y me siento que para mi ese mar me está enveneando y la soledad sin ti se me hace insoportable.

¿Moriré a la deriva, por haberme enamorado de ti, una mujer con la que no puedo vivir, porque no me correspondes?

Mi corazón está muy triste por ti, por amarte a ti, por una mujer por la que mi pobre corazón se ha quedado  preso. Prisionero me quedo por no poder expresarte todo lo que siento, por no poderte brindarte todo el amor que tengo por ti, por no poder saborear las más dulces mieles que me darían tu amor. Por no poder disponer de tus abrazos, de tus besos, de tu sonrisa, de tus hermosas palabras.

Es la crueldad que estoy sufriendo por no hacer caso a la razón, por enamorarme de ti en quien yo había empeñado mi corazón.

Sigue enamorado de ti, tu ex amante, le Vizconde du Valmont.