lunes, 26 de agosto de 2013

MENSAJE 94



Querida:

Estoy muy mosqueado. Se acabó, ya no tengo más paciencia. Me parece increíble que nuestro amor se acabe. Creí que era para siempre, pero todo ha terminado. Me he hartado de tu incomunicación, de tu desconsideración, de tu pasividad, de que ya no me hables, de que hayas dejado de ser mi cómplice. ¿Qué ha pasado?.

Es muy triste que todo lo que sentías por mí, aquella pasión, aquel fuego, se haya apagado y esfumado. Fue tanto el amor que nos dimos, tanta la pasión que sentíamos el uno por el otro, que me entristece por todo ese tiempo que ya pasó, y que ya no seas como antes, tan ilusionada, tan viva, tan llena de pasión por mí, que me impresionabas y despertabas más mis brotes de amor por ti.

No sé cuanto te diste cuenta, de cuando sentías un hastío por tanto amar y tanto follar. ¿Es que el amor, el placer, los sentimientos se acaban?,…dímelo tú, que yo ando confundido y no acabo de entenderlo. A decir verdad, yo nunca me harté de ti. Tan sólo me decepcionan, y me desilusionan las malas mujeres,….pero lo que no entiendo es ¿cómo te has cansado de mí?, ¿hay otro hombre?, ¿quién es ese afortunado hombre que es mucho mejor que yo?. Nunca me imaginé que pudieras llegar a cansarte de mí, nunca imaginé que quizás otro hombre terminaría siendo más importante que yo para ti.

Pero el respeto sigue, y espero que este nunca cambie. Si tú quieres terminar con nuestra relación de amantes, muy bien, lo respeto,…no quiero ser un estorbo ni una carga en tu vida. Pero si alguna vez cambias de idea, ya sabes dónde está nuestra cama secreta.

Tu frialdad y tu indiferencia me ha podido, y creo que se ha acabado el amor. Y con esto me libro de mis compromisos contigo, y podré irme ya con la mujer que a mi me dé la gana.  


Con cariño y tristeza se despide de ti tu ex amante, le Vizconde du Valmont. 

domingo, 11 de agosto de 2013

MENSAJE 93


Hola, amiga mía:

Últimamente te he recordado muchísimo; es que van pasando los años demasiado rápido o tal vez sea que con tanto ocio aburrido ahora tengo más tiempo para mí, para mis recuerdos y me entra la nostalgia de los tiempos que habíamos vivido juntos a escondidas cuando éramos jovencitos, de tantas y tantas horas que hacíamos el amor sin parar, sin problemas, sin angustias, ocultos de los demás en nuestro nido secreto, y fieles a este pacto de silencio que hicimos para que no se enteraran los demás,…cómo echo de menos aquellas tardes que nunca nos cansábamos de hacer juntos el amor, comiendo mariscadas a los discretos ojos de los criados, riéndonos y hablando de los últimos cotilleos y escándalos de la corte. Claro que tú eras sólo unos pocos años mayor que yo, y me pudiste enseñarme todas las artes libertinas del amor, ¿dónde aprendiste esas cosas?, me estuve siempre preguntando. ¡Uff! Lo que daría ahora, por una sola de aquellas tardes que pasábamos juntos, los dos desnudos encima de la cama, haciendo el amor, y después de aquello, los baños calientes que nos tomábamos juntos, para que nuestros criados volvieran a vestirnos y llegar a tiempo para la cena en los palacios de nuestros respectivos padres, que no sabían de nuestro pasatiempo favorito y secreto. Cómo me gustaba tocarte las tetas, tu coño, tu ombligo, toda tu piel,…cómo me gustaba que me tocaras y acariciaras mi miembro, las caricias que me hacias por todos los lados,…que me comieras a besos todo el cuerpo,…¡cómo me gustaba!. Fue una época muy bella, éramos adolescentes, las hormonas nos hervían, las pasiones las sabíamos satisfacer sin represiones ningunas, sin curas ni monjas a nuestro alrededor ni demás  mojigatos de doble moral. Y es que contigo es con quien aprendí a hacer el amor, a saborear las mieles de poseer a una mujer, a ser ese libertino insaciable que se bebe cada gota de la vida, cada gota del amor, cada gota de la pasión, sorbo a sorbo, saboreando lo mejor. Y para que luego nos digan “carpem diem”.

¿Qué habrá sido de ti?, ¿te casaste al fínal con aquel marqués que te impuso tu señor padre?. ¿Has sido feliz?, ¿has tenido hijos?, ¿también tienes tus amantes secretos, en algún dormitorio oculto de tu palacio?. Son tantas preguntas sin respuestas, por lo que espero volver a verte algún día, y volver a retomar nuestra amistad, revivir la feliz  época que fuimos amantes, que nunca he olvidado ni borrando de mi mente, ni de mi corazón, la inmensa pasión y cariño que sentí por ti, porque me lo pasaba muy bien disfrutando contigo, y eso me enseñó a ser mejor persona, a saber ser agradecido por los placeres que luego me deparó la vida, y en la que tú influiste muy positivamente en mi vida. Aprendí que la vida era disfrutar al máximo de los placeres de amor de las mujeres más bellas, entregadas y apasionadas. Claro que he besado, abrazado, penetrado y poseído a muchas otras mujeres que también me gustaron mucho y pienso que las he hecho felices, sin desperdiciar la vida, tanto la de ellas, como la propia. Pero no te he olvidado, y….¿qué quieres que te diga?,….¡amantes para siempre!,….. es lo mejor que se me ocurre. Ya sabes que yo nunca he sido ingrato, y que circunstancias ajenas a nosotros nos separaron.

Hoy te escribo para decirte que si quieres revivir un reencuentro en lo que fue nuestro lecho secreto del amor, sólo tienes que indicarme la fecha y la noche que deseas hacerlo. Te estaré esperando. Y te tomaré, te poseeré insaciablemente, y te dejaré extasiada de placer, con mejor y más revivida pasión que  en nuestros viejos tiempos. Y cuidado que no se entere nadie, como cuando era el secreto de nuestros viejos tiempos. ¿Qué me responderéis a mi preposición, señora Marquesa?

Con cariño te recuerda tu amigo y ex amante, le Vizconde du Valmont. 

sábado, 10 de agosto de 2013

MENSAJE 92



Querida: hoy en esta tarde me he levantado más iluminado que de costumbre: por la ventana el sol entra a raudales, y se cuelan los calores de ese tórrido agosto, cuando ya estamos por la tarde, pero me he despertado feliz después de toda esa loca noche que hemos tenido. Es sábado, por lo que no he tenido ningún apuro de levantarme para dar cuenta a esos cabrones de la corte. Me gusta mi vida de sibarita libertino que sólo disfruta de ti y de todos los placeres que se puedan encontrar en la vida. Y aunque me he levantado tarde,  me siento feliz, pleno, respiro profundo; ya sabes que anoche me dormí bastante tarde, fue una noche muy productiva entre tus brazos, me lo pasé muy bien, y lo más importante es que realmente me encantó pasar toda la noche disfrutando de ti hasta llegar a es dulce y relajante agotamiento en el que me quedé felizmente dormido. Nunca me había dormido tan bien y tan relajado: me sentí como dormirme en el cielo.

Mi criada me dice que te levantaste temprano , pero esta noche quiero volver a repetir contigo otro festín de besos, de caricias, de penetraciones,….quiero que de nuevo despiertes la pasión y el amor que siento por ti, convertir en realidad esas fantasías eróticas cada vez más refinadas que se me ocurren para poder poseerte y ser poseído por ti.

Cuando estás cerca, no puedo concentrarme en nada que no seas tú,…quiero abrazarte, besarte, penetrarte, desearte, poseerte… Tengo unas ganas enormes de ti, y tienes que venir de nuevo esta noche para calmar mis ardores contigo, y es por lo que te pido que nuevamente te dejes ver por mi lecho secreto, donde te voy a dejar preparado un buen banquete que ambos disfrutaremos antes de entregarnos al festín más importante, que somos nosotros mismos. Quiero otra loca noche de pasión para consumir contigo, derretirme de gusto otra vez junto a ti.

En esta noche, en este mundo, en nuestro lecho secreto, volveremos a ser otra vez sólo tú y yo, y nadie más.

Te quiere y te desea con toda pasión tu amante, le Vizconde du Valmont.

domingo, 4 de agosto de 2013

MENSAJE 91


Querida:

Esta noche me hago pajas mentales, recordando aquellas noches en las que juntos que estábamos abrazándonos, besándonos, acaricándonos, penetrándonos. Un pensamiento que de ninguna manera se me va de la cabeza. ¿Qué nos puede separar, si nuestro amor no tiene final?

No me gustaría que nadie se interponiera entre nosotros, que nadie intentara separarnos, porque si alguien se atreviera, pues no sabría que decirte de lo que haría. Sólo sé que mi decepción sería muy grande, que me sentiria muy subvalorado por ti, y mira que celoso no soy porque sé que nadie podría amarte con tanta pasión y entrega coo yo.

Lo nuestro, cariño, fue una bella casualidad que nadie la planteó, y que simplemente sucedió. Gracias a que tu me hiciste caso, cogiste confianza en mí, y te entregaste, llegando a saber y entender rápidamente cuáles eran mis deseos como hombre que yo quería de ti como mujer.

Pero ahora que no estás aquí, me siento muy solo, y solamente pensando en ti y echando de menos esos abrazos, besos, caricias y folladas tuyas, que muy buena me hacen falta ahora. Y recordando esos intensos momentos de encendida pasión en los que junto a ti me sentía como en el paraíso. No quisiera pensar que esas cosas que me hicieron feliz se fueron contigo a buscar otro nido. Me es imposible olvidarte cuando contigo que sido más feliz que con cualquier otra mujer.

Solo decirte que esta noche me siento muy solo, pero tengo el consuelo de tus recuerdos, de aquellos momentos que me abrazabas y estaba pegado a ti. Y tan solo espero que regreses muy pronto a nuestra cama, a nuestro nido secreto, del cual quiero tener de nuevo el placer de volverte a ver desnuda, fundirme junto a ti y volver a disfrutar de ti. Por eso no sólo te recuerdo, sino que además te estoy esperando con desesperada impaciencia.

Te quiere tu amante, le Vizconde du Valmont.