Querida:
Qué bien que me sentido ayer anoche reunido contigo en
nuestra alcoba secreta. Contigo las sábanas de seda me han resultado más suaves
y placenteras que nunca. Te he podido dar todos esos besos llenos de cariño y
amor que con tantas ansias anhelaba darte.
Pude decirte que siempre te amé, cuando nunca te lo pude
decir antes; gracias por haber venido a nuestra alcoba secreta. Ahora necesito
que vuelvas otra vez.
Me emocioné cuando me dijiste cuán grande es tu amor por mí,
que los deseos que sientes por mí son más grandes que los míos. Pero yo te
confirmé que seguramente yo estoy más loco de amor por ti, porque todas las
noches te he estado soñando contigo y necesitaba besarte, y todos los días no
paraba de pensar en ti. Me encanta, me halaga y me produce verdadero placer que
me digas que me amas, pero igualmente sé que las palabras están de más, porque
es con tu entrega, con lo que haces, con lo que me demuestras,…lo que de verdad
me dice lo mucho que me quieres.
Añoro todos esos mágicos instantes que estuve contigo, y por
eso necesito que vuelvas de nuevo, para que podamos seguir con nuestro amor,
que sabes que contigo será eterno.
Te ama con locura, y te espera desesperadamente con alma
enamorada tu amante, le Vizconde du Valmont.