Querida:
Dicen que en
esos tiempos que corremos, ya nadie cree en la amistad hombre-mujer, que se
confunden amor-amistad, pero yo te puedo asegurar que en la vida algo más
hermoso que esto no existe. No sé si es amistad o es amor lo que siento por ti,
en eso me confundo muchas veces, pero sí puedo decir que es algo grande y muy
bonito que siento por ti, y por ello te llevo en mi corazón, en mi sentimiento,
y en mi alma.
Contigo amiga, amor,
amante, querida,… o como quieres que te llame, he pasado momentos maravillosos,
apasionados, cálidos,..que con ninguna otra mujer he pasado. Eres mi miel, mi
sal, y hasta mi pimienta,…una mujer que me ha dado un agradable sabor en mi
vida.
Sabes que contigo
siempre he sido transparente, y puedes ser eres mi oído atento, porque a ti te
cuento y te digo lo que a otra mujer ni le digo ni le cuento. Sabes de esos
besos y esos abrazos tan apasionados que nos hemos entregado el uno con el otro
en la piel de ambos, cual festín, y por eso entre los dos sabes que no podemos
tener secretos.
Eres mi burbuja de
felicidad, eres más que mi hermana, no te importan mi edad, ni mis arrugas, ni
mis defectos, ni mis carencias, ni mis fracasos. Sabes darme la importancia que
necesito, y sabes despertar mi confianza. Eres como mi alma gemela, que sabe lo
que necesito para ser feliz.
Tú sabes de mis
alegrías, de mis tristezas, de mis locuras, de mis preocupaciones, de mis
ansias, de mis deseos, de mis proyectos, de mis debilidades….
Contigo no sé fingir porque
siempre tienes algo bonito que decirme, por eso sólo a ti te puedo confesar lo
más íntimo de mí pensar, lo más escondido de mis deseos.
Conoces más de mí que
cualquier otro amigo, y por eso te pido que nunca te alejes de mí, porque
siempre habrá algún momento que te necesitaré conmigo.
Si lloro, sé que
llorarás conmigo. Cuando me río, sé que tú contenta también estás. Cuando
enferme, sé que me cuidarás, cuando caiga en desgracia, sé que contaré con tu
ayuda y tus ánimos. Te quiero y te lo digo que contigo siempre es fácil hablar,
porque no sólo me escuchas atentamente, sino que además sabes corregirme cuando
observas que ando equivocado en alguna opinión en algún propósito que pretendo.
Soy contigo tan
transparente como cristal a la luz, que a ti no te oculto nada y todo te
cuento, pues necesito que lo sepas todo de mí, ya que eres mi alma gemela, y
así siempre podrás ayudarme cuando lo creas necesario, y sin que yo lo espere.
La sinceridad no es sólo nuestro pacto, sino que además es nuestro sello común
que nos pertenece a los dos.
Contigo no me siento
un muñeco. No me dices lo que tengo que hacer, sólo me aconsejas, me sugieres,
me indicas,….pero en nada me impones. Por eso a tu lado me siento bien, porque
disfruto de la libertad de ser como quiero ser. Eres buena y virtuosa, y no me
hace falta que te diga cómo tienes que ser ni lo que tienes que hacer: tú misma
eres un tesoro que ya lo sabe todo. Por eso te considero afortunada y amada del
cielo.
Por eso fuiste mi
amiga, mi amante, mi amor,…y te ganaste para ti un espacio muy grande en mi corazón.
No quiero que nadie te dañe, no quiero que nada ni nadie te haga sufrir. Si
alguna vez te sientes mal, si alguna vez alguien osa herirte, no dudes en venir
a por mi. Es más, a pesar de lo lejos que estamos, tengo unas ardientes ganas
de abrazarte y comerte a besos, con ese hambre insaciable y lleno de pasión que
siempre he tenido para contigo, recordando y repitiendo esos viejos tiempos de
pasiones ardorosamente encendidas y compartidas.
Esperaré tus
noticias.
Te recuerda y te
quiere fervorosamente, le Vizconde du Valmont.
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