Querida:
Cuando estoy en tus brazos,
siento que arde todo mi cuerpo. Al calor de tus besos, de tus caricias, siento
que se me incendia de placer por dentro. Esa calentura sale por mis ojos, por
mi boca y por mis dedos,....y brota por toda mi piel, por cada uno de mis
poros.
Nos incendiamos los dos en
ese amor tan ardiente como pasional, que es lo más hermoso que en la vida me ha
ocurrido contigo.
Me tienes a tus pies
rendido, porque no me canso de adorarte. Te deseo con todo mi cuerpo, mi alma, y mi sangre, y
nunca me canso de tener ganas de tomarte, poseerte y hacer el amor contigo.
Con ardiente pasión te
espera tu amante, le Vizconde du Valmont.
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