Querida:
¡Cuánto
tiempo sin saber de ti!,… ¡cuánto tiempo sin recibir noticias tuyas!.... Si no
me escribes me siento solo, terriblemente solo, aislado del mundo, como
deprimido que acuso tu falta. Te echo tanto de menos….
Estoy
muy solo, sin nadie con quien poder compartir todo lo que me duele y que no lo
puedo decir.
Tan
solo me siento, que se me ha creado un cerco de secretos que me guardo y de ese
dolor derivado de tu falta de cariño, que nadie se puede enterar de cómo yo me
siento ahora sin ti. Es como si sintiera que sin ti no puedo vivir.
Aquí
en nuestro lecho secreto que tantos amores e ilusiones compartidas habíamos
vividos y desde donde te escribo la presente carta, me siento como si me
acabaré muriendo de soledad, en ese aislamiento eterno donde yo me he venido a
encerrar, pues sin ti no me siento bien en ninguna parte.
Después
de tanto tiempo, no paro de preguntarme si alguna vez volverás. Si es que algo
sé y tengo que decirte, es sencillamente que te amo, y todo lo demás apenas no
me importa para nada.
Te
quiere, te recuerda y te espera siempre tu amante, le vizconde du Valmont.
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