Querida:
Si supieras las veces que he recorrido nuestra
habitación secreta, el nido escondido de nuestro amor.
Si supieras las veces que he venido a ver esta
cama, las veces que me he tumbado encima, recordando aquellas noches que nos
abrazábamos y nos comíamos a besos, a caricias, hasta quedar exhaustos,
derretidos y sudados,….y en las que no nos importaba otra cosa que querernos.
De cuántas cosas hablábamos, de cuántos planes
de futuro teníamos, de cuántos besos, cuantas folladas, cuantos “te quiero”,
cuantas miradas, cuanto amor, y cuanto pasión que soltábamos.
Hoy, una vez más volví a visitar nuestro
refugio secreto, y me volví a recordar mucho de los buenos ratos que aquí
habíamos compartido.
Y es que siempre te recuerdo con cariño, y tan
sólo estoy deseando que regreses y que vuelvas a nuestra alcoba secreta. Deseo
con toda ansia que los dos nos brindemos otro nuevo festín sin freno alguno,
hasta que ya no podamos más.
Te piensa y te recuerda siempre tu amante, le
Vizconde du Valmont.
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