Querida, quizás nunca leas este mensaje, pero si algún día llegases a leerlo, quiero que sepas que desde el momento que físicamente te conocí supe que mi corazón te amaría y no solo por el hecho de haberte conocido físicamente, el hecho solo vino a confirmar lo que ya mi corazón sentía cuando hablamos por los mensajes que nos habíamos intercambiado, en aquellos primeros y singulares besos que me diste y con los que supe que serías algo que duraría por siempre, y supe también que el sentimiento que albergaba mi corazón no solo era cariño de amigos, sino que además era amor. Por eso desde entonces no he dejado de amarte, aunque tú me hayas olvidado. Te quiere, le vizconde du Valmont.
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