lunes, 14 de mayo de 2012

MENSAJE 44


Cariño, ya sé que no crees en fantasmas, pero si mañana cuando estés en el agobio de la oficina sientes punzadas, cosquillas o algo en tu pecho no te asustes, soy el fantasma de mi mismo que estoy tratando de grabar mi nombre en tu corazón para que nunca me OLVIDES….., ¿me olvidarás después de todo lo que hemos tenido juntos?....





MENSAJE 43

- Mi bella secretaria, por favor, escribid: “Cariño: ¡no sabes cuánto te echo de menos y ardo con deseos de verte lo antes posible!,… te amo tanto que no se cómo llamarte ...llamarte cielo o simplemente amor,…no sé si llamarte trocito de cielo que con solo verte a mi corazón es como si lo refrescaras al instante...no se si llamarte “amor de mis amores” porque al final todas las palabras se quedan pequeñas ante ti, ……no se si llamarte que eres mi vida, mi aire, mi alegría,….o llamarte que toda tú serias el hogar ideal donde poder vivir, la dulce compañera de fatigas con la que poder descansar todas las noches,...no se cómo llamarte, pues no me salen las palabras que puedan definir suficientemente lo mucho que te amo,...¿tal vez “dueña de mi vida”? aunque quizás Dios se enfade y con razón porque Él es el único dueño de toda vida y del universo....tal vez te llame de distintas maneras y cuando estés conmigo, siempre al despertar te dé mi cálido beso y te entone un cariñoso buenos días, pero se que todo cuanto te diga, te llame y te haga, no será suficiente para calmar mi ardiente y enamorado corazón porque tu, eres y serás siempre mi única razón…..mi amor…¡Te quiero, por favor no lo olvides!...Te ruega que le escribas y te recuerda siempre con inmenso cariño alguien que sabes que es tuyo, VALMONT.”

MENSAJE 42

-¿Por qué estáis tan triste mi señor, le vizconde du Valmont?. Difícil de explicarte, mi bella secretaria, ni yo mismo encuentro las palabras…pues me dio sensación de cómo si se despidiera de mí, como si me dijera un adiós para siempre, y esto es un castigo difícil de soportar, por lo que os ruego que me disculpéis de que hoy no os pueda regalar la sonrisa que os merecéis, pues estoy tan triste,…tan tremendamente triste…. De todos modos, os ruego que os pongáis a escribirme: “Sólo decirte que cuando algún día igual que como yo te sientas sola..., recuerda que aquí estoy yo..., aunque no me veas. Cuando algún día quieras sentir la necesidad de hablar sincera y abiertamente con alguien que te escuche..., recuerda que aquí estoy yo... aunque alguien intente hacerme desaparecer. Cuando algún día quieras sentir el calor de un abrazo sincero y sin exigencias a cambio...recuerda que aquí estoy yo... . Cuando algún día te sientas con unas inmensas ganas de llorar y ser comprendida... recuerda que aquí estoy yo, aunque mi corazón ya lloró inmensamente por ti y sin sentirme comprendido”.