lunes, 10 de marzo de 2014

MENSAJE 124



Querida:

Ya no te volveré a llamar “querida”. Anoche no viniste, ¡qué decepción y qué desilusión!, y no tuve más remedio que conformarme con la compañía de mi amante. Estuvimos compartiendo una noche muy fogosa de la que ella se encargó muy especialmente de así fuera, para que lograra olvidarme del mosqueo de tu ausencia, y al final nos pusimos a brindar con el mejor vino por ese amor falso tuyo que nunca tuviste por mí. Nos pusimos a brindar por los besos que ya no saborearás, y por mi cuerpo que ya nunca tendrás.

Nos pusimos a brindar por esas noches que ya no disfrutarás, por esos sueños que ya no te quedarán, por ese amor tuyo que solo fue como humo que se va. Fue como un chin-chin interminable. Nos pusimos a brindar por esos abrazos que ya no nos daremos, por esa pasión que se te fue apagando y que conseguiste que así fuera..

Y mi fiel amante se puso tan contenta, que me mostró mucho más amor y cariño del que tu podáis darme, y al final los dos terminamos borrachos de tanto brindis por tu salud.

No me eches de menos ahora, si fuiste tú misma la que al final me ha llevado a esta situación. No me busques ahora, si no supiste darme lo que más necesitaba de ti. Adiós y te deseo mucha suerte en tu vida, y que encuentres mejores amores para ti.


Con todo respeto, se despide de usted le Vizconde du Valmont.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario