Escribid, por favor…..:
Querida:
Sé que no me quieres, que no me escribes, que no te acuerdas de mí, que me evitas,… porque sabes que si estuvieras delante, sería capaz de comerte tierna y apasionadamente a besos. Esa actitud tuya fría y desconsiderada hace que sienta un inmenso frío en un mundo como el que tenemos con tantos corazones fríos vagando de un lado para otro. Es como si esta frialdad endemoniada que veo alrededor se multiplicara: lo noto con mayor sensibilidad que nunca en cada cara, en cada gesto hipócrita, en cada sonrisa falsa, en cada estrechar de manos mentirosas, en cada beso insípido y helado. Es como si estuviéramos palmaneándonos, sintiéramos el pulso, en el que quizás algo de tibieza permanece, pero inevitablemente el corazón desacelera porque se te llena de dudas. Y es como si en cada roce de piel pareciera un contacto con una escultura de piedra, de frío, que incluso parece como si te pincharas abrazado a un cáctus, sintiendo el dolor punzante del trato y recibimiento frío…y que nos impiden sentir la tibieza del otro, que casi no la percibimos, y esa frialdad llega a contagiarnos tanto que casi no percibimos ni la propia. Demasiado fría eres, aunque seguramente que tú no te ves así, a pesar de que el termómetro nos engañe indicando esos agobiantes calores de verano. Afortunadamente sigo siendo cálido, y algo sí he aprendido de esto: es muy deprimente ser frío, y yo no quiero ser así, aunque tenga una calidez que tenga la tristeza de tener que sufrir un mundo frío, muy lleno de frialdades, que no me anima mucho a salir adelante y hace que considere que nada vale la pena. Y es por lo que hoy siento mucho frío en mi alma. Y aunque no soporta tu estúpida frialdad, con calidez te ama y te desea le vizconde du Valmont.
