Querida:
Si
no te tengo a ti, te buscaré en mis sueños, y allí te abrazaré y te comeré a
besos. Te abrazaré suavemente con todo cariño, y te comeré hambriento a besos
hasta saciarme completamente de ti, sin el menor deseo de despertarme.
Te
tomaré todo tu cuerpo, y con ello me entregaré ardientemente a ti con toda mi
pasión. Sabes que hace tiempo que solo tú eres la dueña de mi corazón. Sé que
mi corazón está contigo, aferrado al tuyo, y yo no lo puedo recuperar, pues es
como si no pudiera vivir sin ti. Necesito sentir tu palpitar junto al tuyo.
Ahora
sabes que tienes mi vida en tus manos, además de todo mi amor, porque mi corazón
te pertenece a ti, y sin ti no voy a poder vivir. Me eres tan necesaria como el
aire que respiro. No me abandones ni te olvides de mi, el hombre que más te ama
en toda la tierra.
Con
todo cariño, te envía sus besos por anticipado, tu amante, le vizconde du
Valmont.
No hay comentarios:
Publicar un comentario