martes, 1 de octubre de 2013

MENSAJE 104



Querida:

Cuando estaba contigo, cada mañana me despertaba con una dulce alucinación. Me alucinaban tus labios traviesos, que exploraban toda mi piel mientras todavía dormía, hasta que no sabía si eran tu lengua o tus labios los que interrumpían mi sueño..

Me alucinaban tus manos, recorriendo mi piel, que me acariciaban suavemente, siempre volviéndome a encender mi pasión por ti.

Me alucinabas con tu cuerpo que se entregaba al mío, y después de un maratón de besos, de abrazos, de caricias, de entregas mútuas, nos caíamos agradablemente rendidos y dormidos tras unos intensos orgasmos.

El recuerdo de tu cariño me ilusiona, me hace imaginar que pronto volverás para que vuelva a poseerte, para que te entregues totalmente a ti.

Por eso nuevamente esta noche te espero en nuestra alcoba secreta, en el lugar donde sólo tú y yo sabemos, lejos de todos aquellas gentes que no nos dejan vivir nuestro amor.


Te quiere con todo fervor tu amante, le Vizconde du Valmont. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario