martes, 24 de abril de 2012

MENSAJE 41

Mi bella secretaria, escribid lo siguiente, por favor: “Ojalá esta misma noche pudiera me convirtiera en un fantasma para poder ir volando hacia tu ventana, entrar dentro sin ruido, acercarme a tu cama, darte un beso en tus dulces labios dormidos y acariciarte invisiblemente el cuerpo. Y por la mañana seguir llenándote de mis caricias sin que te despertaras, susurrarte al oído que siempre me amaras. Peinarte tu sedoso pelo con las yemas de mis dedos, pintarte corazones llenos de ilusiones. Y hacer de cada noche una aventura llena de locas y excitantes travesuras. Pero ni tú ni yo creemos en fantasmas, ¿verdad cariño?, de modo que la realidad sólo la podemos hacer tangible ambos. Te quiere tu vizconde de Valmont”.

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